Este estudio proporciona evidencia de que la activación reducida en regiones fronto-parietales, íntimamente ligadas a los procesos de control cognitivo y organización y regulación de la conducta, es un correlato de los síntomas negativos en la esquizofrenia a nivel de funcionamiento cerebral
Un grupo de trabajo del CSMiA de Gràcia, dispositivo del Hospital Mare de Déu de la Mercè, ha colaborado en un estudio sobre los síntomas negativos en la esquizofrenia como disfunción de la corteza prefrontal. El trabajo ha sido liderado por investigadores de FIDMAG Hermanas Hospitalarias – G15 CIBERSAM, con la colaboración de nuestro Centro, así como de Benito Menni CASM, el Hospital Sant Rafael y el Hospital Sagrat Cor de Martorell. La prestigiosa revista Neuroimage Clinical ha publicado dicho estudio, titulado: Negative schizophrenic symptoms as prefrontal cortex dysfunction: Examination using a task measuring goal neglect.
Los síntomas negativos en la esquizofrenia incluyen la pérdida de motivación, de interés o del disfrute de las actividades diarias, así como alejamiento de la vida social, dificultad para mostrar emociones y problemas para funcionar normalmente. Aunque la propuesta de que estos síntomas reflejan una disfunción de la corteza prefrontal existe desde hace muchos años, esta no había sido respaldada consistentemente con estudios de neuroimagen funcional.
En este estudio, 24 pacientes con diagnóstico de esquizofrenia y síntomas negativos de alta gravedad, 25 pacientes con el mismo diagnóstico pero sin síntomas negativos, y 30 controles sanos se sometieron a una resonancia magnética funcional durante la realización de la prueba computarizada de elementos múltiples (CMET), una tarea diseñada para medir la organización del comportamiento dirigido a un objetivo o ‘negligencia del objetivo’. Esta tarea requiere que el paciente organice su tiempo para jugar a unos videojuegos sencillos. De esta forma, imita situaciones de la vida diaria en las que es necesario organizar y planificar las acciones para lograr un objetivo. Sin embargo, la pérdida de iniciativa y la apatía que caracterizan a los síntomas negativos pueden interferir en estos procesos, de modo que la capacidad del paciente para planificar sus acciones e iniciarlas voluntariamente puede verse afectada. El objetivo de este estudio era, en consecuencia, observar si esta interferencia se manifestaba también a nivel cerebral.
Durante la realización de la tarea, los controles sanos y los pacientes sin síntomas negativos mostraron patrones de actividad cerebral similares. Por el contrario, en los pacientes con altos síntomas negativos se observó una reducción significativa de la actividad en áreas de la corteza prefrontal y parietal inferior, necesarias para una correcta ejecución de la tarea. Esta reducción se observó tanto en relación con los controles sanos como respecto a los pacientes sin síntomas negativos, y se mantuvo incluso tras controlar estadísticamente el efecto de otros síntomas y del tratamiento farmacológico.
Este estudio proporciona evidencia de que la activación reducida en regiones fronto-parietales, íntimamente ligadas a los procesos de control cognitivo y organización y regulación de la conducta, es un correlato de los síntomas negativos en la esquizofrenia a nivel de funcionamiento cerebral. Los síntomas negativos producen altos niveles de dependencia y discapacidad en las personas con esquizofrenia, y responden de manera pobre al tratamiento farmacológico, por lo que identificar sus bases cerebrales es imprescindible para avanzar en su conocimiento y abordaje terapéutico.