El Hospital Mare de Déu de la Mercè cuenta con la primera sala multisensorial o Snoezelen de España para pacientes con trastorno mental. En concreto, este espacio terapéutico se encuentra ubicado en el Centro de Salud Mental y Adicciones (CSMiA) del barrio de Gràcia, y la mayoría de pacientes que recibe tiene patología dual, es decir, un trastorno mental y una adicción.
Se ha observado que los pacientes tratados en esta sala reducen significativamente los niveles de ansiedad y estrés, y, en algunos casos, la medicación asociada al tratamiento del trastorno mental y/o adicción. Es el caso de Fernando, uno de los primeros usuarios de este espacio, cuando se puso en funcionamiento el pasado mes abril. “Tengo un trastorno bipolar y una adicción al alcohol, y gracias al tratamiento recibido en el Hospital de Día del CSMiA de Gràcia y en la sala multisensorial estoy abstinente desde hace meses y necesito mucha menos medicación”, explica. “He pasado de tomar 800 mg de un sedante que me producía somnolencia y dificultades de parla a solo necesitar 100 mg”, indica.
Así, tras pasar unas escalas antes y después de las sesiones, los usuarios manifiestan sentirse más tranquilos, seguros, cómodos y con mayor confianza en sí mismos. También se observa una disminución de las ganas de consumir o craving y una estabilización de constantes vitales como la presión arterial y el pulso.
“Esta sala posibilita que los pacientes hagan un trabajo de introspección, sean conscientes de su enfermedad mental y que tengan la sensación de poder controlar más su propia vida al conectar con una parte de ellos mismos que evitaban”, señala Gemma González, psicóloga responsable del Hospital de Día Salud Mental y Adicciones del CSMiA de Gràcia. “Son personas que no se permiten parar, hacer una pausa, por ejemplo, por miedo a no controlar las alteraciones que conlleva su mismo diagnóstico, como el patrón de consumo instaurado desde hace años”, añade. Un ejemplo de ello es una usuaria de 33 años con un trastorno adaptativo mixto desde muy joven, junto con una adicción al alcohol. “Tras su paso por este recurso asistencial vemos que se ha estabilizado, ya no está siempre a la defensiva, participa en las sesiones grupales dando su opinión… antes solo se aislaba y consumía alcohol en exceso”, explica González.
Recuperar la estabilidad psicológica/emocional
A diferencia del resto de salas Snoezelen que existen en nuestro país y que se utilizan para pacientes con demencia o discapacidad, a fin de mejorar el bienestar del usuario mediante la estimulación sensorial, en el caso de la enfermedad mental, el objetivo es alcanzar una estabilidad psicológica/emocional del individuo. “Gracias al hecho de que gran parte de las personas con enfermedad mental tiene plenas capacidades cognitivas y es parte activa en el tratamiento, este espacio permite una mejoría más rápida y evidente de estos pacientes”, afirma la psicóloga responsable del Hospital de Día Salud Mental y Adicciones del CSMiA de Gràcia.
El trabajo que se lleva a cabo en esta sala se individualiza según el perfil sensorial de cada paciente, por lo que se analizan aquellos estímulos que le aportan bienestar y aquellos que le son desagradables. “El objetivo es ofrecer, en un periodo de entre 20 a 40 minutos, aquellas sensaciones que son agradables para el paciente, a fin de convertir el espacio en un lugar seguro”, explica González. “Además, buscamos que esta experiencia sea un aprendizaje que el paciente pueda llevarse a su casa, por lo que se ayuda a la persona para que pueda recordar las sensaciones vividas en la sala”.
Primer centro formado en Snoezelen para la enfermedad mental
El Hospital Mare de Déu de la Mercè es el primer centro de España que cuenta con profesionales formados en terapia multisensorial aplicada a la enfermedad mental. Son una veintena de trabajadores de diferentes disciplinas, como psicología, psiquiatría, fisioterapia, enfermería, trabajo social, terapia ocupacional, integración social y educación social, y de todos los equipamientos del centro de Hermanas Hospitalarias.